viernes, 27 de enero de 2012

Capítulo 2

Llegamos al instituto, justo un minuto antes de que el timbre sonara, así que solo nos dio tiempo a saludarnos y a entrar a clase. Al llegar al pasillo del segundo piso, donde se sitúa mi clase, mire por la ventana, y vi a un desconocido. Era un chico joven, de unos 18 años, alto, moreno, fuerte y muy muy guapo. Llevaba gafas de sol grandes y oscuras, lo que le daban un aspecto interesante a la vez que misterioso, y las cuáles tocaba repetidamente, y un balón de fútbol en la mano izquierda.


Comenzaron las clases, pero cuando llegó el recreo, él seguía ahí, en el mismo lugar que antes, como un espejismo. Me asusté un poco, y en las siguientes clases, me puse los cascos para olvidarme de aquello. Pero aquella gratificante sensación duró poco. Alguien llamó a la puerta de clase. Era la chica que está en conserjería. Era alta, rubia, unos 25 años, y preciosa. Anunciaba que habían llamado por teléfono a... A mi. También añadió que era conveniente que bajase con alguna persona y eligió a Cristina para que me acompañase.


Bajamos tranquilamente por la escalera, pensando que mis padres querían algo importante, no sabía que. Nos reíamos y cotilleábamos a la vez. Pero cuando bajamos, cogí el teléfono. La sonrisa de mi cara, se borró para formar una cara triste, llega de lágrimas. La noticia era... Era... Puff... Mis padres y mi hermano habían muerto en un accidente de tráfico.


Inmediatamente me fui, me iba con mis tíos, que me esperaban en el coche. Al subirme a su Citroën C4 me di cuenta de que no era mi tío el que conducía, sino un extraño, y a su lado no estaba mi tía, sino aquel chico misterioso que había visto unas horas antes, y detrás, en vez de mi prima, un señor vestido de traje negro.


Grité qué ocurría, dónde estaba mi familia... Pero nadie hacía caso...

No hay comentarios:

Publicar un comentario